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Índice de competitividad fiscal: ¿Qué países obtienen mejores resultados en Europa?

Varios manifestantes piden al Gobierno que introduzca un proyecto de ley contra la evasión fiscal frente a Downing Street en Londres, el 9 de mayo de 2015
Varios manifestantes piden al Gobierno que introduzca un proyecto de ley contra la evasión fiscal frente a Downing Street en Londres, el 9 de mayo de 2015 Derechos de autor  Tim Ireland / AP
Derechos de autor Tim Ireland / AP
Por Servet Yanatma
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Fijar los tipos impositivos es una tarea delicada para los responsables políticos, que deben promover la equidad sin empujar a las empresas y a los ricos hacia jurisdicciones con impuestos más bajos. Según la Tax Foundation, ¿qué países lo están haciendo bien?

Los ingresos fiscales desempeñan un papel fundamental en la financiación de los servicios públicos. Según Eurostat, en 2023 la proporción global entre impuestos y producto interior bruto (PIB) en la UE era del 40%.

Sin embargo, las políticas y los tipos impositivos varían mucho entre los países europeos debido a sus diferentes prioridades económicas y modelos sociales. El Índice de Competitividad Fiscal Internacional (ITCI) de la Tax Foundation compara cómo diseñan sus sistemas fiscales los distintos países, y los dos factores principales que analiza son la competitividad y la neutralidad.

Un sistema fiscal competitivo mantiene bajos los tipos impositivos marginales para fomentar la inversión y el crecimiento económico, mientras que un sistema neutral pretende recaudar la mayor cantidad de ingresos con el menor número de distorsiones económicas. Una mejor clasificación no siempre va acompañada de tipos impositivos más bajos.

"Los países pueden mejorar su estructura fiscal sin perder muchos ingresos reduciendo la complejidad y las ineficiencias de sus sistemas tributarios", explica a 'Euronews Business' Alex Mengden, analista de políticas de la Tax Foundation. ¿Cuáles son los países europeos con mayor competitividad fiscal?

Los países bálticos a la cabeza, Francia e Italia a la cola

Entre los 27 países europeos incluidos en el índice, las puntuaciones globales oscilan entre el 45,8 de Francia y el 100 de Estonia. Esto significa que mientras Estonia tiene el sistema fiscal más competitivo y neutral, Francia obtiene la peor puntuación.

"El Gobierno francés maniobró para situarse en la parte inferior del Índice mediante la aplicación de varios recargos fiscales a las grandes empresas que elevaron temporalmente su tipo marginal máximo del impuesto de sociedades hasta el 36,1%, el tipo más alto de la OCDE, casi 12 puntos porcentuales por encima de la media de la OCDE", señala Mengden.

Una sobretasa es un impuesto adicional que se añade a otro ya existente, es decir, un gravamen temporal o suplementario que se añade a un tipo normal. Suele utilizarse en periodos de déficit elevado, crisis o beneficios excepcionales, y puede hacer que la presión fiscal global sobre las empresas de un país parezca mayor de lo que sugiere su tipo básico. Sin la sobretasa, el tipo normal del impuesto de sociedades en Francia ronda el 25%.

Mientras tanto, los tres países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, dominan los primeros puestos de la clasificación. Letonia (92,8) sigue a Estonia, mientras que Lituania (81,8) ocupa el cuarto lugar, justo por detrás de Suiza (86). Los países nórdicos - Suecia (76,1), Noruega (68,8), Finlandia (66,8), Dinamarca (64,3) e Islandia (63,7) - se sitúan en la parte media de la clasificación.

Mientras que los países de Europa Central y Oriental obtienen en general mejores puntuaciones, los de Europa Occidental obtienen malos resultados. En la parte baja de la clasificación, Italia (50,3), Polonia (54,7) y España (57,9) siguen a Francia. Les siguen Portugal (58,2), Reino Unido (59,1), Irlanda (61,3) y Bélgica (63,2). Juntos suman las ocho puntuaciones más bajas.

Hungría (78,7), República Checa (77,4) y Turquía (75,9) también se encuentran entre los 10 primeros, con puntuaciones significativamente superiores a las de los países peor clasificados. Países Bajos (71,4), Austria (69,6), Alemania (68,9) y Grecia (67,0) se sitúan en el medio.

Las causas en las diferencias de puntuación

"Este año, la categoría de impuestos sobre bienes inmuebles y la subcategoría de incentivos fiscales a las empresas muestran la mayor correlación con las puntuaciones finales", señala Mengden, de la Tax Foundation. Esto significa que las clasificaciones de los países están más influidas por dos factores clave".

El experto explica que el primero se refiere a la medida en que imponen impuestos distorsionadores sobre el capital social productivo (como los impuestos sobre el patrimonio neto y los impuestos sobre los activos empresariales) o sobre transacciones como la venta de bienes inmuebles, las transferencias de acciones y las ampliaciones de capital social.

El segundo se refiere a la complejidad de sus estructuras de incentivos fiscales a las empresas, incluidas las patentes, las subvenciones fiscales a la I+D y el uso de múltiples tipos o tramos del impuesto de sociedades.

Por ejemplo, Francia sólo obtiene 29 puntos en la categoría de impuesto de sociedades. El país más cercano es Italia, con 58 puntos. La diferencia muestra hasta qué punto Francia se sitúa en la parte más baja de esta categoría. En la categoría de impuestos sobre bienes inmuebles, Francia (41) tiene la quinta puntuación más baja, mientras que Italia (32) se sitúa en la parte más baja.

Además de las puntuaciones globales, el informe compara el impuesto de sociedades, el impuesto sobre la renta, el impuesto sobre el consumo, el impuesto sobre bienes inmuebles y el impuesto transfronterizo.

¿Por qué Alemania supera a otras grandes economías?

En la puntuación global, Alemania obtiene mejores resultados que las cinco principales economías europeas. "Hay dos factores que diferencian a Alemania de las demás grandes economías europeas: sus impuestos sobre el consumo y sobre la propiedad", afirma Mengden. La base del IVA de Alemania, medida por el coeficiente de ingresos del IVA de la OCDE, fue de aproximadamente el 57% del consumo potencial en 2022.

Su exención del IVA para pequeñas empresas se aplica por debajo de 25.000 euros sobre la facturación del año anterior a partir de 2025, el umbral de registro y el límite del régimen a tanto alzado de Italia es de 85.000 euros, mientras que el umbral de registro del IVA del Reino Unido es de 90.000 libras a partir de abril de 2024.

Aparte de sus impuestos sobre sucesiones y transmisiones patrimoniales, Alemania evita los gravámenes distorsionadores sobre el patrimonio individual, las transacciones financieras, los activos bancarios y los impuestos sobre la captación de capital social por parte de las empresas. "Este enfoque más neutral de la fiscalidad del capital da a Alemania una ventaja significativa sobre las demás grandes economías europeas", añade Mengden.

El informe subraya que el capital es muy móvil en un mundo globalizado. Las empresas pueden elegir invertir en cualquier número de países para encontrar la tasa de rendimiento más alta. La estructura del código fiscal de un país es un factor determinante de sus resultados económicos.

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