En una carta enviada a los líderes de la UE, París y Madrid afirman que el objetivo debe mantenerse, pero piden incentivos "made in Europe" para ayudar a la industria automovilística en dificultades.
Tras el anuncio de la Comisión Europea de la próxima revisión de la ley que prohíbe los nuevos coches de gasolina y diésel para 2035, Francia y España instaron a los líderes de la UE a "mantener el rumbo", afirmando que los vehículos de emisiones cero son "indispensables", según una carta oficial vista por 'Euronews'.
París y Madrid argumentan que si se revierte la prohibición de los coches de emisiones cero, el bloque no logrará alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, un compromiso que ahora es vinculante en virtud de la ley del clima de la UE y que probablemente será debatido por los líderes de la UE durante el Consejo Europeo de Bruselas del jueves.
También dicen que "no es aceptable" que se favorezca a los híbridos enchufables después de 2035, una exigencia que han rebatido muchos Estados miembros, en concreto Alemania, Italia y Eslovaquia, que afirman que susindustrias se están viendo gravemente afectadas por el cambio obligatorio a la electrificación de los vehículos.
Alemania, que durante mucho tiempo ha sido una potencia automovilística gracias a BMW, Mercedes-Benz y VW, ha denunciado el declive de su industria automovilística y ha ejercido una fuerte presión contra la prohibición de fabricar nuevos vehículos diésel y de gasolina de aquí a 2035.
La primera ministra italiana, Georgia Meloni, calificó la ley de "ideología de la locura" y se opuso a ella desde el principio. Su homólogo eslovaco, Robert Fico, se ha hecho eco de comentarios similares, afirmando que las "utopías verdes" amenazan la industria automovilística del país.
En el llamamiento conjunto, Francia y España recuerdan la cantidad de financiación ya movilizada por la industria para estar a la altura de los objetivos vinculantes, y subrayan la "competencia internacional desleal" y la "creciente presión" para externalizar la producción, ya que las restricciones comerciales de China sobre los metales de tierras raras supusieron un elemento disuasorio clave para los fabricantes europeos.
"Esta elección fundacional, que ha guiado varias decenas de miles de millones de euros de inversión industrial en Europa desde 2023, no debe ponerse en duda", reza la carta conjunta, que insiste en que el futuro de la industria automovilística europea será eléctrico.
Cero emisiones, pero con incentivos
Sin embargo, Francia y España reconocen las dificultades a las que se enfrenta actualmente la industria europea del automóvil y sugieren que la próxima revisión de la ley debería atajar el problema de raíz y garantizar incentivos para que los fabricantes europeos inviertan en la electrificación de su producción industrial basada en Europa.
Las dos capitales piden flexibilidad para ayudar a alcanzar los objetivos de 2030 y 2035, señalando que estos objetivos deberían estar estrictamente ligados a los esfuerzos de producción de cada fabricante de automóviles en Europa.
Según la ley actual, adoptada en 2023, al menos entre el 50% y el 80% de las ventas de vehículos nuevos deben ser de cero emisiones -eléctricos de batería o de pila de combustible de hidrógeno- en el camino hacia el 100% en 2035.
"La transición a la electricidad no debe conducir a la deslocalización de puestos de trabajo ni a una mayor dependencia de terceros países. Al contrario, la revisión de la normativa sobre CO2 es la oportunidad de introducir una flexibilidad para apoyar a los fabricantes que producen vehículos eléctricos y se abastecen de sus componentes en Europa", señala la carta.
Aunque aún no se ha anunciado oficialmente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, comunicó a los gobiernos en una carta oficial fechada el 20 de octubre que había "decidido acelerar la revisión del reglamento sobre las normas de emisión de CO2 para coches y furgonetas".
Este es uno de los muchos expedientes que el Ejecutivo comunitario ha estado "simplificando" para equilibrar los compromisos climáticos de la UE con la competitividad. "Seguimos comprometidos con el principio de neutralidad tecnológica y eficiencia de costes (...) también estamos evaluando el papel de los combustibles con cero o bajas emisiones de carbono en la transición hacia un transporte por carretera con cero emisiones más allá de 2030, como los e-combustibles (...) y los biocombustibles avanzados", dijo Von der Leyen en su carta. El Ejecutivo comunitario dijo que la ley vigente que prohíbe la venta de coches tradicionales para 2035 se anunciará para su revisión a finales de año.