Según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), el nivel del mar en Europa sube a un ritmo sin precedentes, un aumento que podría alcanzar un metro en 2100 con altas emisiones. Un estudio de Reinders Corporation identifica las 10 playas más amenazadas.
El paisaje costero europeo podría remodelarse por completo en menos de 100 años. El nivel del mar aumenta a un ritmo cada vez más rápido, según advierte la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) en uno de sus últimos informes.
Según este informe, entre 2006 y 2018, el nivel del mar subió 3,7 milímetros al año, más del doble que en el siglo XX. Si las emisiones siguen siendo elevadas, el nivel del mar podría alcanzar entre 0,63 y 1,02 metros en 2100.
Las simulaciones de la AEMA también consideraron el peor escenario posible: una rápida desintegración de la capa de hielo polar. Esto provocaría un aumento del nivel del mar de hasta cinco metros en 2150.
1. Sveti Stefan (Montenegro): El lugar más amenazado
Según un estudio de la empresa holandesa Reinders Corporation, Sveti Stefan, en la costa adriática de Montenegro, es el lugar más amenazado entre las playas mejor valoradas.
Se trata de una emblemática y diminuta isla conectada al continente por una estrecha calzada. A finales de siglo, la zona podría sufrir una pérdida de litoral de más de 200 metros (213,58).
2. Porto Giungo (Cerdeña, Italia): La playa "tropical" en peligro
Una de las playas más vírgenes del Mediterráneo podría perder hasta 107 metros de costa. Porto Giungo es conocida como "una playa tropical en medio del Mediterráneo", con un "fondo marino poco profundo y arenoso ideal para familias con niños".
La playa está enclavada entre promontorios que actúan como barrera natural contra el viento y está rodeada de dunas cubiertas de enebros y lentiscos.
3. Praia de Benagil (Portugal): Gruta azotada por el turismo y el mar
La Praia de Benagil, en Portugal, es la tercera más amenazada. La zona, conocida por sus emblemáticas grutas y ya asolada por el turismo excesivo, podría sufrir una erosión costera de casi 70 metros.
Las peticiones para regular mejor los flujos turísticos han llevado a restringir las excursiones en velero y a prohibir el aterrizaje de embarcaciones en la playa. También se ha limitado el tiempo de visita a la cueva a un máximo de 2 minutos por embarcación.
4. Værøy (Lofoten, Noruega): Un paraíso a punto de perderse
La costa del norte de Europa también corre grandes riesgos. La encantadora isla de Værøy, hogar de una de las comunidades más remotas de Noruega, podría sufrir una disminución de su litoral de 58 metros.
La isla es también un paraíso para los excursionistas, ya que ofrece rutas a pueblos abandonados y escondites humanos que datan de hace 6.000 años. Otras rutas ascienden por terrenos escarpados hasta la cima de la isla, ofreciendo espectaculares vistas del archipiélago de Lofoten.
5. Bahía de Keem (Irlanda): El paraje cinematográfico en riesgo
La Bahía de Keem, antigua zona de pesca de tiburones peregrinos en la isla de Achill, definida por 'Lonely Planet' como "una de las playas más gloriosas y solitarias de Irlanda", podría ser la siguiente en la lista. Esta pequeña franja de arena blanca corre el riesgo de perder 40 metros de aquí a 2100.
Climate Ireland afirma que "se espera que el aumento del nivel del mar afecte a todas las zonas costeras irlandesas", incluidas "ciudades costeras como Cork, Dublín, Galway y Limerick".
6. Reynisfjara (Islandia): La playa "peligrosa" podría serlo aún más
Es conocida como uno de los destinos más peligrosos de Islandia, con olas que alcanzan los 40 metros. "Cuando una ola del océano te agarra, puede hacerte perder el equilibrio y caerte violentamente en el agua helada y la costa rocosa", dice Visit Iceland sobre la playa de Reynisfjara.
Este lugar volcánico de arena negra es el sexto de la lista, con una pérdida prevista de más de 35 metros.
7. Plage des Marinières (Costa Azul, Francia): Sensibilización ante el tsunami
Quienes hayan pasado por la Costa Azul en los últimos años habrán notado la presencia de carteles que advierten a los turistas del peligro de los tsunamis. Aunque esta zona aún no se ha visto afectada por estos fenómenos meteorológicos extremos, el riesgo de subida del nivel del mar ya está presente.
El estudio de Reinders prevé una erosión de casi 35 metros para 2100 en Plage des Marinières, una de las playas de acceso libre mejor valoradas de los alrededores de Niza.
Este bello y estrecho tramo de 700 metros de longitud se extiende suavemente junto a la icónica línea de ferrocarril que serpentea a lo largo de la Côte d'Azur desde la frontera italiana en Ventimiglia hasta Cannes.
8. Pasjača (Dubrovnik, Croacia): En riesgo de desaparecer
Los amantes de la playa cerca de Dubrovnik, en Croacia, difícilmente lo tendrán mejor que en la playa de Pasjača. Elegida la 39ª mejor playa del mundo hace 2 años, es un idílico y recóndito arenal de arena dorada enclavado entre imponentes acantilados y aguas cristalinas.
Sin embargo, su tamaño relativamente estrecho —el paraje solo tiene 80 metros de largo— eleva el riesgo de que la playa quede completamente borrada dentro de 100 años, con una pérdida de litoral prevista de 31 metros.
9. Cala Kynance (Cornualles, Reino Unido): La joya con riesgo de erosión
Cornualles es una de las regiones del Reino Unido más expuestas a la subida del nivel del mar. Kynance Cove ocupa el noveno lugar en el estudio, con una erosión potencial de 30 metros.
Las mareas bajas suelen dejar al descubierto una serie de calas y cuevas interconectadas, con nombres victorianos tan altisonantes como Ladies Bathing Pool (la piscina de las mujeres, en español) y Drawing Room (playa del Salón, en español).
La zona es también una de las favoritas de los excursionistas locales gracias a un popular sendero costero de más de 2,5 kilómetros que une Kynance y Lizard Point.
10. Anse de l'Argent Faux (Costa Azul, Francia): ¿La bahía de los multimillonarios?
Cerrando el top 10, la francesa Anse de l'Argent Faux (Falsa Bahía de la Plata, en español) corre el riesgo de perder 28,38 metros. Cuenta la leyenda que el lugar debe su nombre a los falsificadores de monedas que operaban allí en el siglo XVIII.
Hoy también se la conoce como Baie des Milliardaires (Bahía de los millonarios, en español), debido al flujo de yates y a la presencia de edificios de alto standing. Sin embargo, también es accesible a pie por un estrecho sendero.
¿Es inevitable la subida del nivel del mar?
La respuesta corta es "sí", según Giorgio Budillon, profesor de Oceanografía y Física Atmosférica y vicerrector de la Universidad Partenope de Nápoles. "Tenemos que ser realistas. No podemos detener por completo la subida del nivel del mar, ya que en parte está provocada por la 'inercia' del clima, el deshielo de los casquetes polares y la expansión térmica del propio océano", afirmó.
"Las llamadas de alerta sobre playas en peligro de desaparecer no son alarmismo, sino una visión aleccionadora de lo que pronto podría convertirse en realidad si no se toman medidas decisivas", agregó Budillon.
¿Cómo mitigar y reducir los riesgos para las comunidades costeras?
Según Budillon, la reducción de las emisiones degases de efecto invernadero, la progresiva desaparición de los combustibles fósiles y la preservación de las selvas tropicales —los absorbentes naturales de CO₂ de nuestro planeta— podrían no ser suficientes.
"Las defensas duras, como los diques y los rompeolas, pueden ayudar en situaciones críticas, pero a menudo causan efectos secundarios al desplazar la erosión más a lo largo de la costa", señaló. "Las soluciones blandas son mucho más sostenibles a largo plazo".
"Por ejemplo, reponer las playas con arena externa, proteger las praderas marinas y restaurar los humedales y lagunas que actúan como amortiguadores naturales contra las inundaciones", añadió Budillon. "Sin embargo, en algunos casos, será inevitable reubicar a las personas y las infraestructuras de las zonas más vulnerables".
¿Qué políticas debería adoptar Europa en el futuro?
Según Budillon, la planificación urbana necesitará un planteamiento diferente. "Hay que impedir que se siga construyendo en zonas de alto riesgo y establecer nuevas zonas costeras de amortiguación.
La preparación ante el cambio climático también debería formar parte de las nuevas normas urbanísticas y de construcción, incluyendo sistemas de alerta temprana, vigilancia constante del litoral e incentivos para adoptar soluciones basadas en la naturaleza".
Budillon señaló que ya existen fondos para preservar las zonas costeras a escala de la UE, pero "aún estamos lejos de lograr un enfoque unificado y vinculante" para todos los países.
"Los Estados miembros a menudo no se coordinan entre sí y tienden a actuar solo en caso de emergencia, o de forma incoherente", concluyó. "Tenemos que pasar de una mentalidad de 'arreglar después' a otra de 'prevenir antes'. Empezar a adaptarse hoy cuesta mucho menos que reconstruir mañana lo que habremos perdido".