La Cumbre de 'Euronews' sobre la ampliación de la UE ha puesto de manifiesto el valor geopolítico de la adhesión en un momento desgarrador de agitación mundial y autoritarismo.
La geopolítica fue el tema central de la Cumbre sobre la ampliación de la UE que 'Euronews' celebró este martes en Bruselas, en la que los líderes de los países candidatos plantearon su ambición de ingresar en la Unión Europea como una decisión estratégica para abrazar la prosperidad y la estabilidad en un mundo volátil.
El tono lo marcó desde el principio António Costa, presidente del Consejo Europeo, que hizo un apasionado alegato a favor de un bloque más grande, seguro y fuerte y describió la adhesión como la "mejor inversión" en un futuro común.
"La Unión Europea también debe decidir si puede permitirse perder más tiempo y si está preparada para evolucionar y adaptarse a las realidades geopolíticas actuales", declaró Costa en su discurso de apertura. "Creo firmemente que Europa no debe convertirse en un museo de la prosperidad pasada".
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que se unió a la Cumbre de 'Euronews' por videoconferencia desde un lugar no revelado del frente, fue quien mejor resumió la disyuntiva: democracia o autocracia. Zelenski describió la adhesión como una "garantía de seguridad" contra el neoimperialismo ruso. "Ucrania ha elegido ser miembro de la UE por un sentimiento similar de vida, libertad, democracia y humanidad", dijo Zelenski. "Y por eso estamos luchando hoy: por todo eso, por nuestra tierra, por nuestros hogares, por los derechos y las libertades de nuestro Estado".
Hablando después de Zelenski, la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, cuyo país es uno de los principales objetivos de la injerencia híbrida del Kremlin, subió aún más la apuesta, pidiendo a los líderes de la UE que cumplan la promesa de la ampliación o, de lo contrario, pagarán un precio devastador. "No se puede permitir que algunos países sean utilizados por regímenes autoritarios contra la UE", dijo Sandu en conversación con Maria Tadeo. "Esto es lo que va a ocurrir si no hay una perspectiva real de la integración en la UE".
Durante años, la ampliación ha permanecido latente y olvidada, mientras los Estados miembros dedicaban su energía a retos acuciantes como la crisis financiera, el desempleo, la desigualdad social, la pandemia del COVID-19 y la competencia china.
Pero cuando el presidente ruso Vladímir Putin decidió la invasión a gran escala de Ucrania, la política adoptó de repente una nueva dimensión. Los movimientos casi simultáneos de Kiev y Chisináu para presentar solicitudes de adhesión obligaron a los líderes a reconsiderar sus prejuicios tradicionales sobre la adhesión. Los beneficios parecían finalmente mayores que los riesgos.
"Desgraciadamente, hizo falta una agresión militar en suelo europeo para que Bruselas despertara", declaró el primer ministro albanés, Edi Rama, hablando a distancia de la Cumbre. "Ha llegado un nuevo impulso, y espero que no se desvanezca".
La reunificación de Europa
Los avances han sido palpables en los últimos tres años. Ucrania, Moldavia, Georgia y Bosnia y Herzegovina obtuvieron el estatus de candidatos. Macedonia del Norte y Albania iniciaron formalmente las negociaciones con Bruselas. Y Montenegro avanzó y consolidó su posición de favorito.
El nuevo impulso, sin embargo, también ha puesto de manifiesto la frustración y exasperación que conlleva la ambición de unirse a la familia europea de naciones. El veto infranqueable de Hungría a la adhesión de Ucrania ha planteado incómodas cuestiones sobre la toma de decisiones interna del bloque y la naturaleza basada en los méritos del proceso de ampliación. A pesar de que Kiev cumple todos los requisitos legales y técnicos para abrir el primer capítulo de las negociaciones, la oposición húngara ha frenado en solitario el proceso.
El punto muerto ha dejado a Moldavia en un estado de parálisis colateral.
Mientras tanto, las aspiraciones de Macedonia del Norte siguen bloqueadas por Bulgaria, que ha impuesto exigencias relacionadas con la historia, la identidad nacional y la lengua como condición para permitir al candidato avanzar en el procedimiento, que ha durado años. El primer ministro macedonio, Hristijan Mickoski, no se contuvo durante la Cumbre del martes y tachó las peticiones búlgaras de "disputas artificiales" similares al "acoso".
"Si alguien se atreve a intimidar a otro que quiere entrar en el club, ¿por qué el otro debe callarse?", dijo Mickoski en el escenario. "Esto no es normal". Y, sin embargo, Mickoski subrayó que "a pesar de todas esas humillaciones y decepciones", su país estaba comprometido con su candidatura de adhesión. La ampliación predijo, conducirá finalmente a la "reunificación" del continente.
Es cierto que los vetos son sólo una parte de la historia. Algunos candidatos se han visto empujados a la cola de espera por sus propias decisiones.
Serbia se ha ganado duras reprimendas de Bruselas por su retroceso en materia de Estado de derecho, libertad de expresión y lucha contra la corrupción. El presidente serbio Aleksandar Vucic también ha sido criticado por firmar un acuerdo de libre comercio con China, negarse a aplicar sanciones a Rusia y asistir al desfile militar de Putin del 9 de mayo en Moscú.
En el escenario, Vucic trató de hacer equilibrios para defender sus controvertidas políticas. "No voy a justificarme por hablar con alguien", dijo Vucic. "Tenemos que considerar todas las observaciones, todas las exigencias de la Unión Europea", prosiguió, y añadió: "Serbia está muy comprometida con su camino hacia la UE y lo tomará de forma muy seria y responsable".
En su intervención, la comisaria europea de Ampliación, Marta Kos, trazó una línea, pidiendo a Serbia que eligiera un bando en la escena mundial. "Apoyar a un régimen ruso que está matando gente en Ucrania, no aceptar las sanciones que la UE está imponiendo a Rusia... hay cosas que no podemos seguir tolerando", dijo Kos en la Cumbre. "Todos tenemos que tomar decisiones geopolíticas".