El festival anual Tori-no-ichi abrió el lunes en el santuario Ootori, en el distrito de Asakusa de Tokio, y congregó a empresarios y turistas que buscan asegurarse buena fortuna para el próximo año.
Esta cita centenaria, que se celebra cada noviembre en los días del gallo del zodiaco, ofrece largas hileras de puestos donde se venden ornamentados rastrillos de bambú conocidos como kumade.
Adornados con símbolos de la suerte como monedas de oro, besugo rojo y figuras del animal del zodiaco del próximo año, el caballo, estos rastrillos se consideran capaces de ayudar a sus dueños a atraer prosperidad.
Los vendedores despiden a los compradores con palmas y cánticos ceremoniales, una tradición que perdura desde el periodo Edo.
Un visitante afirmó que espera que el kumade lleve suerte a su familia y a sus empleados en plena escalada de la inflación. El festival se prolonga hasta bien entrada la noche en Asakusa.