La República de Macedonia recibe una enorme ola de ciudadanos que huyen de Siria, Afganistán y países de África a causa de la inestabilidad política existente en esos territorios. Estos inmigrantes intentan llegar a Europa occidental a través de los Balcanes en lugar de cruzar el Mediterráneo con barcos. El Parlamento macedonio aprobó con amplia mayoría enmiendas a la ley de asilo para facilitar el tránsito de miles de indocumentados. La ley permite a quienes llegan pedir a cualquier oficial de policía el certificado que les permite permanecer legalmente en el país hasta 72 horas. Mientras tanto, Hungría, miembro de la Unión Europea, dice que construirá una valla de cuatro metros de altitud para que los inmigrantes que llegan de Serbia no puedan entrar en su territorio.
