Los bomberos, con la ayuda de la lluvia, lograron apagar el último de los focos de fuego en el centro de Argentina, donde los incendios han devastado más de 300 000 hectáreas de terreno desde el pasado mes de agosto.
Decenas de bomberos voluntarios y trabajadores del cuerpo de Defensa Civil se unieron a las fuerzas desplegadas cerca de los pueblos montañosos y turísticos de Capilla del Monte y Los Cocos, en la provincia de Córdoba, para contener unas llamas que se movían rápidamente debido a los fuertes vientos. En las últimas horas del lunes, una lluvia torrencial acudió en su ayuda y pudieron sofocar la amenaza.
Al menos otras nueve provincias argentinas, la mayoría localizadas en el norte del país, siguen sufriendo incendios forestales activos. En lo que va de año, el fuego ha arrasado con casi 900 000 hectáreas de terreno en todo el territorio argentino.
