En Douala, ardieron barricadas y los disparos resonaron en las calles mientras las fuerzas de seguridad se enfrentaban, con manifestantes que denunciaban lo que llamaban un "voto robado".
Al menos cuatro personas murieron y más de 100 fueron detenidas mientras la indignación se extendía por las principales ciudades.
Los partidarios de la oposición, encabezados por Issa Tchiroma Bakary, sostienen que las elecciones fueron amañadas y exigen resultados transparentes.
Los disturbios dejaron barrios paralizados y el miedo se extendió con rapidez, con vecinos que describían escenas de caos.
Aunque las tensiones se han reducido en los últimos días, la situación sigue siendo frágil y el 28 de octubre se seguían registrando choques esporádicos.