Israel atacó el domingo la capital de Líbano, Beirut, por primera vez desde junio. Aseguró que había tenido como objetivo al jefe de Estado Mayor de Hezbolá y advirtió a la milicia respaldada por Irán que no se rearmara ni se reconstruyera un año después de su última guerra.
Hezbolá afirmó que el ataque, lanzado casi exactamente un año después de que un alto el fuego pusiera fin a la guerra entre Israel y Hezbolá, amenaza con una escalada de ataques, a pocos días de que el papa León XIV visite Líbano en su primer viaje al extranjero.
El ataque en el barrio causó cinco muertos y 25 heridos, según el Ministerio de Salud de Líbano.
El lunes, maquinaria pesada y trabajadores retiraban escombros y cristales rotos en el barrio beirutí de Haret Hreik, donde un ataque israelí dañó varios edificios y vehículos.
También se pudo ver a técnicos restableciendo el suministro eléctrico, trabajando en cables a lo largo de postes eléctricos dañados.