La policía de Pakistán vigila un barrio cristiano en Jaranwala después de que cientos de personas se vieran obligadas a huir de una turba musulmana que arrasó las calles por una supuesta blasfemia. Casas e iglesias fueron incendiadas y saqueadas por una multitud.
Los musulmanes que viven en esta zona, predominantemente cristiana, dieron cobijo a sus vecinos y colocaron versos coránicos en las puertas de las casas cristianas para evitar que fueran atacados, dijeron a la AFP vecinos de ambas religiones.