Esta procesión de carnaval se celebra antes de la primavera para asegurar una buena cosecha más adelante en el año. El grupo va de casa en casa abordando a la gente y frotando hollín grasiento en las caras de muchos lugareños, aunque el extraño comportamiento está lejos de suponer una afrenta: en realidad es una forma de dar buena suerte y favorecer las buenas cosechas para las personas seleccionadas. En 2010 la celebración fue inscrita en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
