Los manifestantes en Kenia habían convocado movilizaciones para el 7 de julio, una fecha que conmemora los 35 años del primer gran mitin a favor de la democracia multipartidista en el país, conocido como Día de la Saba Saba.
Las tensiones han escalado en las últimas semanas, tras una serie de enfrentamientos mortales con la Policía, incluidas las protestas de junio que dejaron al menos 16 fallecidos.
Este lunes, las principales carreteras que conducen a la capital fueron bloqueadas, con la policía deteniendo vehículos y restringiendo el acceso peatonal únicamente a aquellos con tareas esenciales. La mayoría de los negocios permanecieron cerrados en medio de una fuerte presencia de seguridad.
Las autoridades barricaron las vías que dan acceso al parlamento y a la oficina del presidente. Además, se registraron enfrentamientos en ciudades como Kitengela, donde los manifestantes encendieron hogueras y fueron dispersados con gases lacrimógenos.